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INDEPENDENCIA DE MÉXICO 16 de Septiembre de 1810 INICIACIÓN
JUNTAS LITERARIAS Desde principios del siglo XIX empezaron a realizarse reuniones para planear la independencia del Virreinato de la Nueva España (México), en esta reuniones literarias destacó la de la ciudad de Valladolid (hoy Morelia), ya una vez habia sido descubierta por la autoridad española, pero aún asi siguió su marcha en Queretaro. A este tipo de juntas siempre asistían Criollos (hijos de españoles nacidos en América), ya que ellos eran los que mas deseaban la libertad y eran los que en un momento dado podían asumir el gobierno. Estas nueva juntas se disfrazaban como "Academia
Literaria" y eran realizadas en la casa del Corregidor Miguel Domínguez y de su
esposa Josefa Ortiz de Domínguez. En estas reuniones también
participaron Ignacio Allende, personaje importante en la sociedad y el
cura Don Miguel Hidalgo y Costilla, el cual era influyente entre los
desprotegidos e índigenas, También participó Mariano Abasolo.
GRITO DE INDEPENDENCIA Cuando la conspiración fue
descubierta y enviados a prisión algunos conjurados, Hidalgo se enteró de la
denuncia vagamente el 12 o 13 de septiembre. Dona Josefa Ortiz de Domínguez
envió un emisario a Allende, pero no encontrándolo entregó la misiva a Aldama.
Este entró a Dolores el 16 de septiembre a las 2 de la manana. Al enterarse
Hidalgo que se había descubierto la conspiración en Querétaro, dijo a Allende y
a Aldama: "Caballeros, somos perdidos; aquí no hay más recurso que ir a coger
gachupines". Las palabras de Hidalgo despertaron un vivo entusiasmo por la libertad, llegando a reunir casi 300 hombres. Prendieron al subdelegado, y así se adueñaron de la población sin la más mínima resistencia. Comenzaba la lucha por la Independencia. Unió a ellos el Regimiento de la Reina, y la gente del campo, principalmente indios, armados con hondas, palos e instrumentos de labranza, algunas lanzas, espadas y machetes, tocó las campanas para llamar a la primera misa. Por ser domingo, acudieron muchas personas, que en su mayoría eran indígenas. Desde el atrio, el cura les hizo una enérgica exhortación a liberarse del yugo español y terminó su breve discurso al grito de "¡Viva la lndependencia! ¡Viva América! ¡Muera el mal gobierno! A lo que los feligreses emocionados respondieron: ¡Mueran los gachupines! " Rápidamente se organizaron, y a las once de la mañana, salieron de Dolores ochocientos hombres, armados con piedras, lanzas y palos. En su camino hacia la libertad, pasaron por varios pueblos y ciudades, cuyos habitantes apoyaron su noble causa, y muchos de ellos se sumaron al ejército libertador. Al llegar a Atotonilco, Hidalgo tomó de la iglesia una pintura de la Virgen de Guadalupe, con la que improvisó un estandarte y, mientras lo agitaba a la vista de todos, gritó: "¡Viva nuestra Madre Santísima de Guadalupe! ¡ Viva la América!"
Poco después los españoles eligieron a la Virgen de los Remedios, como patrona y generala de sus fuerzas. Al ser informado de que los insurgentes se dirigían a Guanajuato, una de las ciudades más ricas e importantes del virreinato, el intendente, Juan Antonio de Riaño, dio instrucciones a los soldados realistas de preparar el ataque en la Alhóndiga de Granaditas, mientras que sus empleados trasladaban a ella los caudales reales, los fondos de la ciudad y los archivos del gobierno, además de víveres y barriles de agua. Los españoles también usaron a esa fortaleza como refugio de sus familias, de sus tesoros y de ellos mismos.
Hidalgo trató de persuadir al
intendente a rendirse, pero Riaño le mandó decir altiva y despectivamente que lo
"esperaba con sus chusmas" en el Castillo de Granaditas. El combate dio inicio
al medio día del 28 de septiembre de 1810, entre una muchedumbre de indígenas,
armados de piedras, lanzas y garrotes, y unas tropas muy bien equipadas. Los
cañones eran tan potentes, que cada una de sus balas bastaba para matar a
docenas de insurgentes. No obstante, los sublevados no se daban por vencidos y
continuaban luchando valerosamente. Aunque las armas de los realistas superaban
en mucho a las piedras de sus enemigos, el número de éstos era inmensamente
mayor. Los mineros de Guanajuato, apostados en los cerros lanzaban un verdadero
alud de piedras. Repentinamente los españoles y sus partidarios se sintieron
perdidos y trataron de rendirse, pero ya era demasiado tarde. El Pípila le
prendió fuego a la puerta, los rebeldes entraron a la fortaleza y aniquilaron a
casi todos sus defensores. Este sangriento acontecimiento indignó al gobierno español y a los
representantes de la iglesia, quienes se apresuraron a excomulgar a los
insurgentes. La inquisición, que ya había sido suprimida legalmente en España,
volvió a establecerse y le dio a Hidalgo el cargo de "impío que sembraba en
todas partes el horror, la desolación, los robos..." Pero las acusaciones de los
españoles no tenían ninguna validez para el cura, quien prometió que: "Ya no
habría inquisidor gachupín, ni arzobispo gachupín, ni virrey gachupín, ni rey
gachupín, ni santo gachupín". Después de la ejecución de Hidalgo, Allende, Aldama y Jiménez, los principales
líderes del movimiento, los realistás los decapitaron, metieron sus cabezas en
sendas jaulas de fierro, y las colgaron en las esquinas de la Alhóndiga de
Granaditas. Allí permanecieron hasta la consumación de la Independencia (27 de
Septiembre de 1821).
Por instrucciones de Juan Antonio de Riaño, intendente de Guanajuato, los realistas se refugiaron en la Alhóndiga de Granaditas. Al medio día del 28 de septiembre de 1810, se inició un encarnizado ataque. Los insurgentes sólo contaban con palos y piedras, mientras que los españoles poseían cañones, granadas y rifles, y para vencerlos era necesario penetrar en la fortaleza. Entonces un joven minero, llamado Juan José de los Reyes Martínez, y apodado El Pípila, se cubrió la espalda con una losa de piedra, tomó una rama de ocote encendido, se arrastró hasta la puerta y le prendió fuego. Fue así como el pueblo derrotó a los realistas.
La esclavitud agobió a los
habitantes de nuestra nación durante los tres siglos de dominación española.
Hernán Cortés impuso la abominable costumbre de herrar a los indígenas y
cambiarlos por mercancías o ganados. La esclavitud afectó principalmente a los
jóvenes de sexo masculino, cuya vida se acortaba sensiblemente, a causa del
despiadado trato que recibían y de la rudeza de los trabajos que los obligaban a
desempeñar. El cura Miguel Hidalgo y Costilla estaba indignado ante semejante
barbarie, y su primer decreto, como jefe del movimiento, fue el de garantizarles
a todas los mexicanos el derecho de ser libres. CAUDILLOS
Cada 15 de Septiembre a medianoche se lleva a cabo la tradicional ceremonia y fiesta del llamado "GRITO DE INDEPENDENCIA", se realiza en el Palacio Nacional en Mexico D.F. (Mexico City), en esta fiesta y ceremonia el Presidente de la Republica en turno hace llamado a el pueblo a gritar con el tipico "vivas" para asi honrar a nuestros heroes nacionales y conmemorar una vez mas nuestra Independencia de España. ¡ Vivan los heroes que nos dieron Patria y libertad ! ¡ Viva Miguel Hidalgo ! ¡ Viva Morelos ¡ ¡ Viva Allende ! ¡ Viva la independencia de Mexico ! ¡ Viva Mexico ¡ ¡ Viva Mexico ! A lo cual toda la gente reunida en la Plaza de la
Constitucion o Zocalo, le sigue en sus porras y vitores alusivos a la
independencia. esta ceremonia-fiesta se lleva a cabo en cada ciudad, en cada
pueblo de todo Mexico y es encabezada por la maxima autoridad de ese lugar,
despues de todo eso, es tipico que haya fuegos artificiales y juegos
pirotecnicos (fireworks) los cuales siempre llevan las figuras del escudo
nacional y de los heroes de la patria. y claro en todo esto siempre hay los
tipicos antojitos y comida muy mexicanos.
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